EL PECHI COMENTA..."¿Cuál será el sentido de la pérdida?..."

 

EL PECHI COMENTA.

 

Transcribo algunos comentarios que nos han llegado:

 

NP Prado:

 Hola, mi duelo es reciente, de hace 3 meses. Veo en mí la posibilidad de darle un nuevo sentido a mi vida, aunque a veces piense que no lo hay”

 

Rosario Sánchez Miranda:

“Si no hay crecimiento después del duelo, ¿cuál sería el sentido de la pérdida? El crecimiento es la gran ganancia que tuve con la pérdida de mi hijo único. El duelo es de elecciones, de decidir cómo quiero afrontarlo”

 

Presento estos dos comentarios, uno a continuación del otro, porque pienso que el segundo responde en gran parte la inquietud que nos plantea el primero. En efecto, en lo más profundo de nuestro ser, siempre estará presente la posibilidad de hallarle un nuevo sentido a la vida, en particular cuando estamos viviendo una aguda crisis emocional. Esto pertenece a la esencia del ser humano. Esto hizo que aún estemos poblando la tierra, a pesar de las vicisitudes, adversidades y cataclismos que han ocurrido y siguen estando presentes en el devenir del fenómeno humano. A pesar de todo, sabemos y queremos sobrevivir, aunque las emociones reactivas propias del dolor algunas veces nos hagan pensar que no es posible. Lo verdadero es que sí lo es y siempre lo es.

 

El crecimiento integral que podemos lograr cuando decidimos dejar de ser dolientes para convertirnos en duelistas y afrontar la batalla ante el dolor para ganarla, es sin duda alguna la gran recompensa por nuestro trabajo y el mayor homenaje que podemos hacer a la memoria de nuestro ser querido y a su legado. Siempre hay un legado, aunque en ocasiones no lo veamos de manera evidente, pero a medida que la sanación y la serenidad vuelven a acompañar nuestras vidas, ese legado aparece con letras doradas y mayúsculas en nuestro corazón y en nuestra mente.

 

Pongamos de presente que el crecimiento integral que logramos con nuestro trabajo de duelo, es superior y va más allá de la simple resiliencia. Si bien ésta nos permite volver a recuperar de una forma diferente lo que habíamos dado por perdido, el crecimiento supone que podemos ser mejores que antes y que hemos obtenido una ganancia. Es decir, algo nuevo, algo que antes no poseíamos, algo que nos enriquece. Un nuevo sentido de vida, lo cual significa:

a)      Un nuevo propósito, un nuevo reto.

b)      Una nueva motivación para trabajarlo, porque sabemos que nos hará felices realizarlo. 

c)      La disposición para fortalecer nuestra voluntad, con el fin de lograr ese propósito.

 

A estos tres elementos los llamamos: Un nuevo sentido de vida.

 

Gracias a NP Prado y a Rosario por su enriquecedor aporte.

 

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