Tomar decisiones en el duelo. Por: Psico. Milena Casas

Tomar decisiones en el duelo.
Por: Psico. Milena Casas
psicomile@hotmail.com

 

Hablamos de decisiones en el duelo, porque vemos este proceso como algo natural en el ser humano; esto quiere decir que todas las personas tenemos características y herramientas que nos permiten enfrentar el duelo. Por esta razón, al ser el duelo un proceso natural, puede ser manejado y asumido desde las decisiones que se tomen al respecto, pero no estamos diciendo que sea un proceso sencillo o fácil, que no requiere de ningún esfuerzo. Todo lo contrario, al hablar de decisiones en el duelo, hablamos de ser conscientes que en este proceso debemos poner esfuerzo, perseverancia y voluntad.

Este proceso aunque arduo, es posible; por eso, quiero mencionar algunas decisiones que pueden ayudar a una persona en la sana resolución de su duelo:

Expresar: Inicialmente la expresión de emociones debe permitirse sin realizar ningún juicio de valor, es decir, dejar de lado el ver ciertas emociones como “buenas” o “malas”. Esta calificación por lo general cohíbe la expresión. De igual manera, para poder expresarnos, es necesario cuestionar lo que otros nos indican como “correcto” o “incorrecto” respecto a lo que sentimos y cómo lo sentimos.

Para poder expresarnos, hay que tener en cuenta que hay muchas maneras de hacerlo, el llanto no es la única. Todas las personas tienen habilidades diferentes para comunicarse y herramientas para hacerlo, como la escritura, la pintura, la música, el contacto con la naturaleza. Estas diferentes opciones, entre otras, pueden ser muy efectivas en el momento de buscar expresar lo que sentimos.

Permitirse experimentar el dolor: Casi todas las personas crecemos con miedo a sentir dolor y esta experiencia puede ser de gran aprendizaje, porque nos permite conocernos más; nos ayuda a identificar nuestras redes de apoyo; replantearnos relaciones que pueden ser poco sanas y valorar aquellas que son un gran aporte. Muchas veces hay que tocar fondo para impulsarse a la superficie; a veces sentir el dolor y dejarlo ser en nosotros, nos puede ayudar a salir adelante en la experiencia del duelo.

No abandonar las cosas que nos gustan: Antes del fallecimiento de un ser querido probablemente existían actividades que nos gustaban o nos generaban algún bienestar y aunque ante la presencia del dolor, el deseo por hacer algo placentero puede mermar, es recomendable no abandonarlas. Por ejemplo: practicar algún deporte, ir al cine, escuchar música, bailar, reunirse con los amigos, leer un libro, comer algo que nos guste, salir de viaje. Mantener contacto con las cosas que nos gustan es un polo a tierra y es abrir un espacio de amor y cuidado hacía mi interior, en medio del dolor.

No dejar morir los sueños: Esta decisión es muy importante en el manejo de un duelo, ya que, al perder a un ser querido, sentimos que todos nuestros sueños y propósitos se desvanecen, pierden sentido y se congelan. Pero cuando trazamos nuevas metas o le damos un nuevo sentido a los sueños, metas o propósitos que teníamos, estamos buscando una motivación para continuar y salir adelante. La película “UP” nos muestra cómo, aún después de la muerte de nuestro ser querido, podemos cumplir nuestras metas y darles un nuevo sentido.

Cuando hablamos de sueños, metas u objetivos, no siempre tienen que ser una gran meta o sueño. Se puede empezar por cosas pequeñas como terminar la lectura de un libro; aceptar la próxima invitación que nos hagan; terminar la serie que inicié o hacer el viaje que se había planeado con el ser querido; estudiar; emprender un nuevo negocio, etc.. Lo importante de mantener un sueño o un propósito, es encontrar una motivación.

Reconocer que no siempre podemos solos: Está bien que intentemos por todos los medios posibles salir solos adelante en nuestros duelos, pero hay ocasiones en donde los recursos personales y emocionales se nos agotan y no nos encontramos con la capacidad de asumir un dolor y eso también ¡está bien!,. Cuando podemos reconocer y aceptar que necesitamos de otros para salir adelante, este es un gran paso para la siguiente decisión.

Buscar una ayuda idónea: Cuando me refiero a “idónea”, hablo de la persona que  considero que me puede ayudar de manera, saludable, responsable y respetuosa.  Puede ser un guía espiritual, un amigo, un familiar, un médico, un homeópata, un psiquiatra, un psicólogo o cualquier otra persona o profesional de confianza. Lo importante de buscar ayuda es poder abrirse a que otro me guíe, me oriente de manera responsable en mi proceso y permita la expresión asertiva de mis emociones, me motive y aliente en la toma de decisiones y me acompañe en este proceso.

Hay muchas decisiones que pueden ayudar a una persona en un proceso de duelo.  Este es un proceso individual y aunque no existen recetas mágicas, las tareas que te propongo pueden ser una guía de cómo llevar a cabo la toma de decisiones. Lo importante es que sientas que, al tomar una decisión, por pequeña que  sea, sientas que avanzas para que poco a poco, el peso del dolor y la tristeza se vayan haciendo menos pesados o se vayan desvaneciendo, en la medida que las vas ejecutando.

 

 

 

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