Tarea 9: Adaptar. Organizando el caos.
Durante
varios meses, todas las noches llegaba al apartamento a repasar mi día en un
cuaderno que comenzó siendo una especie de diario. Mi cuarto tenía un pequeño rincón
entre la pared del fondo y una columna donde se sostenía una tabla de madera pulida
y bien acabada que hacía las veces de escritorio. Era una esquina muy pequeña
que se fue transformando en un confesionario privado e íntimo. No importa la
hora a la que llegara, siempre, sin excepción alguna, antes de dormir, abría el
cuaderno para describir lo que había pasado durante el día e ir haciendo consciente
las diferentes emociones y reflexiones que, a raíz de la muerte de mi hermano,
había experimentado. Al finalizar cada escrito, dispuse una última sección que
pretendía resumir lo descrito en una enseñanza. A veces esa enseñanza era
trascendental; pero en la medida que fui tomándole gusto a este diario, la
enseñanza trataba de llegar en modo de broma. Creo que fue una manera de
terminar el día con una sonrisa retándome a ser creativo a través del humor.
Más
allá de la estructura de mis escritos, este ejercicio diario de dar orden a las
emociones, miedos, dudas, frustraciones, tristezas y alegrías vividas, conformó
una nueva rutina que supo darme la oportunidad de tomar distancia y tener unos
minutos para poder acomodar todo lo que estaba pasando durante mi proceso de
duelo. La enseñanza final, que se fue transformando en broma, terminó siendo un
reto; una propuesta personal para afrontar el día que estaba por venir. Y
finalmente; y esta es la parte de mayor utilidad, me fue brindando un camino
para TOMAR DECISIONES de acuerdo a pequeños objetivos diarios que iban
conformando mi nuevo sentido de vida.
La
tristeza experimentada por la muerte de un ser querido, viene acompañada de un
sin sentido que se sustenta en la ruptura de la rutina física y emocional. Su
ausencia cuestiona nuestras bases filosóficas más profundas hasta el punto de
generar caos en todo aquello que creímos certero y seguro. Sin embargo, este
caos trae consigo también la oportunidad de ampliar la visión del mundo y
nuestras convicciones. Este diario me permitió formular preguntas existenciales
que de otra manera nunca me hubiera hecho. Hizo consciente la especial atención
que ahora prestaba a todo lo que sucedía a mi alrededor. Evidencio mi interés por
la temperatura del día, el canto del pájaro o la carcajada de algún extraño que
se cruzaba en mi camino. El diario fue la oportunidad de comenzar a escribir el
guion de mi nueva película; que ahora tenía imágenes y reflexiones nuevas,
todas en desorden; pero que al escribirlas se iban estructurando de manera
coherente y “mágicamente” comenzaban a tener sentido.
Recuerdo
que, en muchas ocasiones, antes de sentarme a escribir, hablaba con mi hermano,
desde lo más íntimo de mis emociones. No recuerdo haber tenido conversaciones más
fructíferas con él en vida que aquellas que tuve (y tengo), en esos momentos de
soledad. Siento que cada una de las palabras que escribí en ese cuaderno tienen
el tinte de su compañía y su complicidad. Y no dudo, que las reflexiones,
conclusiones y decisiones que surgieron de él, venían con abrazos y sonrisas
sinceras de su parte. Siempre lo sentí a mi lado en cada letra que escribí.
Hoy, muchos años después, sigo escuchando sus consejos cuando ahora, frente a
un computador, recupero la costumbre de escribir.
Por
esto, no puedo sugerir una forma diferente de preparar el terreno para comenzar
a tomar las DECISIONES requeridas durante tu proceso de duelo. En esta
TAREA 9 te invito a que comiences a dar orden al caos que pretende manifestar
tu duelo. En mi caso funcionó escribir invocando su compañía. También puedes
dibujar tus emociones, tomar la grabadora de tu celular y elaborar pequeños
audios personales o si interpretas algún instrumento, la música es una
excelente herramienta para este fin. No importa la estrategia que utilices, mi
invitación es a hacer un alto en el camino durante el día para comenzar a poner
en orden lo que sientes, tus preguntas, tus miedos y frustraciones. Evidéncialas
de manera concreta y clara. Pide, si así lo crees, la ayuda y el apoyo de tu
ser querido y prepárate para iniciar una nueva etapa; la de comenzar a TOMAR
DECISIONES.
Julián
Castelblanco
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