EL PECHI COMENTA : ¿EL DOLOR POR LA MUERTE DE UN SER QUERIDO ES PARA TODA LA VIDA?

 

EL PECHI COMENTA

Desde varios países de nuestro continente recibimos con frecuencia esta interesante pregunta:

¿EL DOLOR POR LA MUERTE DE UN SER QUERIDO ES PARA TODA LA VIDA?

            Cuando los dolientes se acercan a indagar sobre la respuesta a esta pregunta, con frecuencia se encuentran con afirmaciones como estas:

 

·         “El duelo por la muerte de un ser querido, nunca se supera, pero aprendemos a sobrellevarlo.”

·         “El dolor generado por un duelo nunca se supera, pero finalmente nos resignamos a convivir con él.”

·         “No preguntes cuádo se superará el duelo, pregunta: ¿Para qué tuviste que experimentar este dolor?”

·         “El dolor del duelo es una prueba que Dios te ha mandado y solo él determinará cuándo lo podrás sanar.”

 

Otras afirmaciones sugieren:

 

·         Algunos profesionales de salud mental diagnostican duelos complicados cuando la aflicción continúa siendo intensa, persistente y debilitante después de 12 meses para los adultos y 6 meses para los niños, de acuerdo con lo recomendado en el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM 5)

·         El Inventario Texas Revisado sobre el Duelo (ITRD) con 21 items y 5 categorías de respuesta para cada uno de ellos, busca responder a esta pregunta, intentando medir mediante un cuestionario, la intensidad del dolor generado por el duelo, basándose en criterios estadísticos. Esto quiere decir que si se obtiene la puntuación máxima de 115, ese dato revelaría un nivel de intensidad de duelo muy alto, mientras que una puntuación de 55 revelaría un nivel de duelo medio, que es el que suele padecer el común de la población entre los 3 meses y los 3 años posteriores a la pérdida del ser querido.

 

En relación con estas afirmaciones podemos comentar que no las compartimos, debido a que derivado de nuestra personal experiencia, así como de la de un sinnúmero de duelistas y de profesionales dedicados al acompañamiento o intervención psicoterapéutica en el proceso de duelo, hemos podido diseñar y proponer una visión muy diferente sobre el proceso de duelo que resumiré en los siguientes puntos:

 

1.      El duelo por la muerte de un ser querido es una experiencia eminentemente personal, no patológica y totalmente diferente para cada duelista dado que depende de muy diversos factores. Veamos los más importantes:

 

·         La personalidad del duelista

·         Las características de la muerte del ser querido

·         La relación del duelista con el ser querido

·         Las experiencias de duelo vividas anteriormente

·         La madurez emocional del duelista

·         La información válida que reciba el duelista sobre el proceso de duelo

·         Las posibilidades que le brinda su entorno para expresar sus emociones

·         El apoyo que reciba el duelista de su familia y red social.

·         El tipo de acompañamiento que reciba

·         La solidez de sus valores y creencias y

·         Su entorno cultural

 

2.      Tomando en consideración esta diferencias, afirmamos que el duelo no depende de un lapso de tiempo determinado por datos estadísticos, dado que los responsables de estas mediciones, difícilmente podrían tener en cuenta estas diferencias para seleccionar una muestra representativa.

3.      En consecuencia, el proceso de duelo no depende del tiempo trascurrido desde la muerte del ser querido, sino del trabajo realizado por el duelista relacionado con la toma de decisiones encaminadas a sanar las emociones y sentimientos que obstaculizan el normal desarrollo del duelo.

4.      Aunque el inicio tardío del trabajo de duelo puede representar dificultades adicionales debído a la hipereflexión o “rumiación” de estas emociones y sentimientos reactivos, en particular cuando se realiza aisladamente; se ha demostrado que siempre son susceptibles de ser afrontadas de manera efectiva,  mediante un acompañamiento terapéutico certificado.

5.      En ocasiones, en particular cuando se trata de muertes inesperadas, trágicas o repentinas, el duelista puede ser afectado por Estrés Postraumático. Esta condición, exige un manejo profesional paralelo al acompañamiento del duelo que puede hacer que su duración se prolongue.

6.      De igual manera, la identificación de afecciones emocionales, previas al duelo: depresión, ansiedad generalizada o trastornos de personalidad, exigen el manejo previo de estas condiciones, para garantizar la normal elaboración del duelo.

7.      La falta de intervención o acompañamiento al duelo de manera oportuna, puede ocasionar a mediano o largo plazo y en algunos pocos casos, el desencadenamiento de una proceso de despresión exógena, que requiere tratamiento asociado y en algunos casos, previo a la gestión del duelo.

8.      La intervención o el acompañamiento, iniciado de manera preferente dentro de los 30 días posteriores a la muerte de un ser querido, hace posible en la gran mayoría de los casos, que el duelista afronte y sane de manera efectiva la experiencia de dolor del duelo, entre los 3 y los seis 6 meses luego de iniciar su elaboración.

9.      Finalmente podemos afirmar sin lugar a dudas, que mediante un proceso responsable y comprometido de gestión del duelo, bien sea a nivel personal o apoyado en el acompañamiento de un terapeuta especializado o en la participación activa en un Grupo de Apoyo o de Ayuda mutua, el dolor generado por el duelo se sana plenamente y se convierte poco a poco en evocación nostálgica del ser querido que antes que causarnos daño, da un nuevo sentido a nuestra vida y nos pone de presente su legado, permitiendo albergar además, en el caso de los duelistas que manifiestan una crencia religiosa, la posibilidad cierta del “reencuentro.”

 


Comentarios

Entradas populares de este blog

Los mitos del duelo Por: Julián Castelblanco

El pechi comenta..."decidí vivir mi duelo llorando de noche y viviendo de día..."

Las creencias limitantes para la elaboración del duelo Por: Jennifer M. Pérez Rivera, PhD