¡EXPRESA!. Por. Julián Castelblanco


¡EXPRESA!

Por: Julián Castelblanco
julian@cuandoelduelopregunta.com

 

Una llamada realizada a las 4 de la madrugada confirmaba que mi hermano se encontraba gravemente herido en un hospital de Bogotá.

-          July, te vas para el colegio a presentar tus exámenes mientras nosotros atendemos esta emergencia.

Diría mi madre aún sin saber la gravedad de la situación. Hora y media más tarde, llamaría a la casa justo antes de que yo saliera.

-          July, no vayas para el colegio. Un familiar va a pasar por ti. Te necesitamos en el hospital.

Mientras llegaban por mí, quería llorar. Me senté solo en la sala de nuestro apartamento a esperar que me recogieran mientras cerraba con fuerza los ojos en busca de lágrimas. No fue posible, entonces salí para el cuarto de mis padres y me arrodillé frente a una escultura de la virgen María que se encontraba sobre la cabecera de su cama. Solo quería pedirle que me ayudara a llorar. Quería expresar; sin embargo, no salió ninguna lágrima.

Llegaron y durante todo el día cargue el peso enorme de saber que mi hermano moriría en cualquier momento y que, al mismo tiempo, estaba incapacitado para llorar justo cuando mas lo necesitaba.

Esa noche, me permitieron entrar a verlo en la Unidad de Cuidado Intensivo. Al llegar al lugar donde se encontraba lo vi cubierto de vendas y tubos que garantizaba su vida. Solo pude saludarlo para posteriormente soltarme en llanto. Un llanto desconsolado, desesperado… Un llanto que marcó mi definición de TRISTEZA a partir de ese momento.

Al salir de ese lugar mi madre me esperaba con los brazos abiertos: Llora, llora que tu no has llorado hasta ahora… LLORA. Decía mi madre mientras me abrazaba. En ese momento liberé una carga que me asfixiaba. PUEDE EXPRESAR.

Expresar libera una carga que, por su naturaleza, es muy pesada. Expresar estabiliza, calma, establece puntos de contacto, nos ubica en el presente. Expresar nuestras emociones ante la muerte de un ser querido es la manera en la que entendemos las normas de un “juego” llamado duelo. ¿cómo no llorar por la partida de quienes amamos?, ¿cómo no merecer nuestras lágrimas?  Contrario a la creencia machista que cuestiona las emociones bajo el manto de la debilidad, llorar nos fortalece, nos capacita para afrontar los momentos difíciles que tenemos que por delante. La expresión de las emociones no es otra cosa que la manifestación de nuestra humanidad. Y el aceptarnos tal cual somos es el inicio de nuevos y mejores caminos por venir. Expresar es el primer paso para comprender, aceptar y reconstruir. Expresa tus emociones con LIBERTAD y DIGNIDAD… esa es tu primera TAREA.

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